Día Internacional contra la Corrupción: Un llamado a la integridad en el sector privado
Cada 9 de diciembre el mundo se une para conmemorar el Día Internacional contra la Corrupción, una fecha que no solo invita a reflexionar sobre los efectos devastadores de este fenómeno, sino también a renovar el compromiso colectivo de combatirlo desde todos los frentes. La corrupción, lejos de ser un problema exclusivo del sector público, también se manifiesta en el ámbito privado, afectando la confianza de los inversionistas, la competitividad de las empresas y la estabilidad de los mercados.
En el marco del IX Encuentro Nacional de Cumplimiento organizado por Corzanar, el doctor Daniel Serrano Zúñiga, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), ofreció una presentación que contextualiza de manera clara y contundente los riesgos que enfrenta el sector privado frente a la corrupción. Sus reflexiones no solo evidencian las consecuencias de prácticas indebidas dentro de las organizaciones, sino que también subrayan la importancia de contar con programas de cumplimiento sólidos, bien estructurados y respaldados por la alta dirección.
Este encuentro se convierte en un espacio clave para comprender que la lucha contra la corrupción no puede limitarse a declaraciones de principios, sino que requiere acciones concretas, políticas claras y una cultura empresarial basada en la integridad.
Por ello, este artículo busca no solo recordar la relevancia de esta fecha, sino también profundizar en las consecuencias de la corrupción en el sector privado, los elementos esenciales de un programa anticorrupción y las recomendaciones prácticas para fortalecer los sistemas de cumplimiento.
La conmemoración del Día Internacional contra la Corrupción es una oportunidad para reafirmar que la transparencia y la ética empresarial son pilares indispensables para construir sociedades más justas y sostenibles.
Consecuencias de la corrupción en el sector privado:
En la presentación, el doctor Daniel Serrano destacó que la corrupción no solo debilita la confianza en las instituciones, sino que también genera impactos directos y profundos en las organizaciones privadas. Entre las principales consecuencias se encuentran:
- Reducción en la moral de los empleados: Cuando los trabajadores perciben que las decisiones se toman de manera corrupta, esto puede generar frustración y desmotivación.
- Disminución de la productividad: Los recursos que deberían destinarse a innovación, capacitación o mejora de procesos se desvían hacia prácticas indebidas, reduciendo la eficiencia y la competitividad.
- Pérdida de confianza de accionistas e inversionistas: La corrupción genera incertidumbre y riesgo financiero, lo que puede provocar la retirada de capitales y limitar el crecimiento empresarial.
- Daños en reputación y relaciones comerciales: Una empresa señalada por corrupción pierde credibilidad frente a clientes, proveedores y socios estratégicos, afectando su posición en el mercado.
- Competencia injusta: Las compañías que recurren a sobornos o favores indebidos obtienen ventajas ilegítimas, perjudicando a aquellas que compiten de manera ética.
- Costos inflados y menor calidad: La corrupción distorsiona los precios y fomenta la contratación de proveedores poco confiables, lo que repercute en productos y servicios deficientes.
- Impacto social: Más allá de la empresa, la corrupción contribuye a perpetuar desigualdades, debilitar instituciones y afectar la confianza ciudadana en el sector privado.
Tipos y manifestaciones de corrupción en el sector privado:
En su intervención, el doctor Serrano expuso diversos tipos y manifestaciones de corrupción que se presentan en el sector privado. Desde los sobornos y favores comerciales hasta prácticas como el nepotismo, el favoritismo y el clientelismo, se evidencia cómo la corrupción puede infiltrarse en múltiples niveles de la actividad empresarial, afectando la confianza, la competitividad y la equidad.
- Sobornos y favores comerciales: Pagos o regalos indebidos para obtener ventajas en contratos o decisiones.
- Extorsión y solicitudes indebidas: Empleados que exigen beneficios a cambio de favores o decisiones.
- Malversación de recursos: Uso indebido de bienes o fondos confiados a empleados por su posición.
- Regalos y hospitalidad excesiva: Atenciones desproporcionadas que buscan influir en decisiones comerciales.
- Pagos y comisiones desproporcionadas: Se utilizan para encubrir sobornos o manipular decisiones.
- Colusión entre empresas: Acuerdos secretos que generan beneficios personales y afectan la competencia justa.
- Tráfico de información confidencial: Venta o intercambio de datos privilegiados para obtener ventajas indebidas.
- Tráfico de influencias: Pagos o favores a funcionarios públicos para obtener beneficios políticos o comerciales.
- Nepotismo, favoritismo y clientelismo: Tratos preferenciales injustos que afectan la equidad y la imparcialidad.
Elementos esenciales de un programa anticorrupción:
Un programa anticorrupción, para que sea efectivo, debe contar con algunos elementos esenciales. El doctor Daniel Serrano, en su presentación, nos recordó que la integridad empresarial no se construye con declaraciones aisladas, sino con estructuras sólidas que se aplican de manera constante y coherente en la organización. Entre los aspectos clave se destacan:
- El programa anticorrupción debe ser basado en riesgos, identificar, evaluar y priorizar los riesgos de corrupción permite aplicar controles específicos y efectivos.
- Debe ser operativo, no basta con tener políticas escritas; el programa debe funcionar en la práctica diaria, con procesos claros y resultados verificables.
- Debe estar bien documentado, la existencia de políticas, procedimientos y registros transparentes facilita la rendición de cuentas y la auditoría.
- Su eficacia debe estar probada, un programa anticorrupción debe demostrar resultados tangibles en la prevención y detección de irregularidades.
- Debe contar con los recursos adecuados, personal capacitado, presupuesto suficiente y tecnología son indispensables para garantizar su correcta implementación.
- Contar con el respaldado por la alta dirección, el liderazgo debe ser visible y activo, promoviendo una cultura de integridad en toda la organización.
Los 5 pilares de un Programa de Transparencia y Ética Empresarial efectivo:
En la presentación del doctor Serrano se expusieron cinco pilares fundamentales para que el Programa de Transparencia y Ética Empresarial (PTEE) sea realmente efectivo. Estos pilares no deben entenderse como simples requisitos formales, sino como componentes estratégicos que, al integrarse, fortalecen la cultura organizacional y blindan a las empresas frente a los riesgos de corrupción.
- Liderazgo y gobernanza: La junta directiva debe aprobar y supervisar el programa, mientras el CEO transmite un mensaje claro de integridad. El Oficial de Cumplimiento debe actuar con independencia y reportar directamente a la junta.
- Código y políticas: Un código de conducta sólido establece valores y prohibiciones claras, acompañado de políticas anticorrupción, contra lavado de activos y regulaciones sobre regalos y relaciones con terceros.
- Auditoría y control: La auditoría interna independiente debe seguir un plan anual específico, con controles como segregación de funciones, doble aprobación y alertas automáticas.
- Gestión de riesgos: Identificar y mapear riesgos en procesos clave permite priorizar acciones y aplicar controles específicos, con monitoreo constante y actualizaciones periódicas.
- Capacitación y denuncia: Todo el personal debe recibir formación anual, diferenciada por niveles de responsabilidad. Además, deben existir canales seguros y confidenciales para denunciar irregularidades, con protección contra represalias.
En Risks International, conscientes de la importancia de promover la transparencia y la integridad, ponemos a disposición del sector público y privado nuestro servicio de Línea Ética. Este canal seguro y confidencial permite a empleados, clientes y demás grupos de interés denunciar cualquier irregularidad, fortaleciendo así la confianza, la rendición de cuentas y el compromiso empresarial con una cultura basada en la ética.
Recomendaciones para programas de cumplimiento efectivos:
Una de las principales recomendaciones expuestas en la presentación del doctor Serrano fue la de integrar el SAGRILAFT y el PTEE, no abordarlos como sistemas paralelos, sino consolidar ambos en un programa único, bien estructurado y robusto que abarque de manera integral los riesgos de lavado de activos y corrupción. Asimismo, resaltó la importancia de un cambio cultural liderado desde la alta dirección, donde la ética no se limite a mensajes claros, sino que se acompañe de sanciones reales y definidas que refuercen la credibilidad del sistema. También se destacó la necesidad de avanzar en el uso de la tecnología de manera gradual, comenzando con herramientas básicas y evolucionando hacia soluciones más sofisticadas según las necesidades de cada empresa. En el caso de las Mipymes, se subrayó la conveniencia de aplicar un enfoque proporcional, con modelos simplificados y adaptados a su tamaño y capacidad, evitando replicar esquemas diseñados para grandes corporaciones. Finalmente, se enfatizó la relevancia de contar con un oficial de cumplimiento calificado, preparado para asumir la responsabilidad con conocimiento y experiencia, ya que las improvisaciones en este rol pueden debilitar significativamente la efectividad del programa.
Combatir la corrupción requiere más que leyes: exige cultura empresarial ética, liderazgo comprometido y programas de cumplimiento sólidos. Solo cuando las empresas asumen la transparencia como parte de su identidad, y no como una obligación externa, se logra transformar la cultura organizacional y se contribuye a un futuro más equitativo y sostenible. La lucha contra la corrupción no termina en un discurso: comienza en la acción diaria, en la coherencia de los líderes y en la convicción de que la integridad es el camino hacia sociedades más fuertes y resilientes.
En Risks International, conscientes de la importancia de promover la transparencia y la ética, extendemos nuestra voz y le decimos a las empresas que sí se puede luchar contra la corrupción. Sí es posible enfrentar de manera directa estos flagelos que cada día amenazan la confianza y el desarrollo de nuestro país. Nuestro mensaje es claro y firme: decir NO a todas las formas de corrupción. Actuar con integridad es lo que nos permitirá construir organizaciones sólidas, mercados más justos y una sociedad sostenible que impulse el progreso nacional.
Autor: Luisa Caicedo
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